Karl Heinrich Ulrichs, activista gay pionero, antes de que existiera la palabra “Homosexualidad”.

El orgullo de las personas LGBTQ+

Karl Heinrich Ulrichs, activista gay pionero, antes de que existiera la palabra “Homosexualidad”.



El 29 de agosto de 1897, Karl Heinrich Ulrichs se puso de pie en el Congreso de Juristas Alemanes y pidió apasionadamente que se derogaran las leyes contra los homosexuales.

                                                               •Karl Heinrich Ulrichs

Cuando el abogado y escritor Karl Heinrich Ulrichs subió al podio en una reunión de la Asociación de Juristas Alemanes en 1867, los rumores sobre sus aventuras amorosas entre personas del mismo sexo, y la subsiguiente amenaza de arresto y enjuiciamiento, ya le habían costado su carrera legal. Y lo obligó a huir de su tierra natal.

Ulrichs descubrió una “clase de personas” que enfrentaron persecución simplemente porque “la naturaleza ha plantado en ellos una naturaleza sexual que es opuesta a lo habitual”.

La atracción por personas del mismo sexo era un tema profundamente tabú en ese momento; la palabra “homosexualidad” ni siquiera existiría hasta dentro de dos años, cuando fue acuñada por el escritor austrohúngaro Karl-María Kentbeny.

En ese contexto, Ulrichs fue pionero en escribir sobre el tema y dar términos para hablar de la Homosexualidad. Uno de los términos utilizados por el jurista para describirse a sí mismo fue “Urning”, en referencia a Urano. Según la mitología griega, a Urano le cortaron los testículos y los arrojaron al mar, lo que resultó en el nacimiento de Afrodita.

Además de defender la Homosexualidad y hablar abiertamente de su atracción por los hombres, Karl defendió las primeras leyes homosexuales de la época. El 29 de agosto de 1867 se opuso a la criminalización de la Homosexualidad en el escenario del Teatro Odeón de Múnich, entre varios otros destacados Juristas. Además, alentó estudios científicos sobre sexualidades que estaban fuera de lo que se consideraba estándar en ese momento.

Ulrichs argumentó que las relaciones homosexuales eran legítimas y que estas personas tenían derecho a expresar sus sentimientos. El jurista fue duramente perseguido en Alemania por sus escritos y estudios, sus publicaciones fueron confiscadas o prohibidas. Sin embargo, en Italia, sus investigaciones y afirmaciones fueron aclamadas en la academia.